Por las sendas de la vida vá
marchando gente extraña,
gente de raza escogida,
para llevar por la vida
el mensaje de la palabra.
Son hombres, jóvenes y mujeres,
que tienen la santa misión,
de predicar con sus vidas
el mensaje del Señor.
Muchos tropiezan y caen,
pues el camino es muy duro,
y difícil de transitar,
más se levantan y siguen
con la mirada en lo alto
pues saben que a la meta
ellos deben de llegar.
Y la gente, que los mira
predicando sin cansar,
se ríen y se burlan,
y los llaman los locos
cuando los ven pasar.
Mas ellos
prosiguen,
llevando su mensaje,
diciendo a los perdidos
que deben cambiar.
Que deben arrepentirse
de todo su pecar.
Que el mundo pasará
llevándose consigo
a los que viven en maldad.
Más la gente... que no comprende,
siguen su loco afán,
pensando que en este mundo
para siempre han de quedar.
Nosotros... la gente extraña,
pueblo escogido por Dios,
seguimos con el mensaje
de verdad y salvación.
Delante, Jesucristo,
llevando nuestra carga vá.
Los Cristianos, les seguimos
confiando en su voluntad.
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